¿ Cómo funciona la domótica ?


Al instalar la domótica, los distintos dispositivos que componen una red o sistema domótico utilizan una red Wi-Fi para enviar, recibir información y conectarse con el usuario.

Los dispositivos terminales son siempre aparatos como los electrodomésticos, los dispositivos de iluminación o puntos de luz, los dispositivos de aire acondicionado y ventilación, las persianas y los toldos, y todos los dispositivos que tienen inteligencia o la capacidad de comunicarse con un sistema central programable e implementar una interfaz para controlarlo. Los sensores del conjunto recogen información sensible y la unidad central decide qué medidas tomar en función de la información proporcionada por estos sensores.

Todos los dispositivos del sistema envían y reciben señales a través de una red de comunicación a la unidad central, que se encarga de gestionar el intercambio de información. Las señales se transmiten en forma de protocolos de comunicación encriptados y, por tanto, deben ser "traducidas" para cada dispositivo, de forma similar a una red informática.

Un sistema domótico tiene varias arquitecturas diferentes, en función de la ubicación del centro de control o sistema inteligente que gestionará la instalación:

  • Arquitectura centralizada: a través de varios sensores que procesan las órdenes y las envían a los actuadores, un controlador centralizado controlará la instalación.
  • Arquitectura distribuida: al no existir un centro de procesamiento central, toda la inteligencia del sistema se distribuye a través de diferentes actuadores y sensores, por lo que es normal que haya cables de bus o redes inalámbricas.
  • Arquitectura mixta: en este modo tenemos en efecto una arquitectura descentralizada, ya que hay varios dispositivos pequeños que reciben información de diferentes sensores y luego envían esta información a dispositivos distribuidos en la red, por ejemplo, sistemas basados en Zigbee y totalmente inalámbricos.



Monitorización de consumo

Además del ahorro energético directo, la domótica facilita la gestión del mantenimiento de los aparatos para ahorrar dinero.

Los sistemas de monitorización del consumo permiten a los usuarios conocer el consumo energético de su hogar y les dan la información que necesitan para cambiar sus hábitos y aumentar el ahorro y la eficiencia en función de sus necesidades.

Además, en el caso de las viviendas que dispongan de sistemas fotovoltaicos para uso propio o que generen electricidad a través de sistemas fotovoltaicos o de otro tipo, los sistemas de monitorización permitirán controlar y gestionar la generación de electricidad.

La mayoría de los sistemas de domótica y monitorización de consumos actuales cuentan con aplicaciones que pueden instalarse fácilmente en cualquier dispositivo, permitiéndonos controlar los sistemas de alarma, la climatización, las puertas, las ventanas y la iluminación de nuestro hogar desde una tableta, un teléfono móvil, un ordenador portátil o una televisión inteligente.



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