Historia de la redes Inalámbricas

En los últimos años hemos visto la popularidad de las redes inalámbricas. Esto se debe a diversas razones, como el estilo de vida actual, la necesidad de estar constantemente conectado a una red local o a Internet, el apoyo a la movilidad, la mayor flexibilidad, etc.

La llegada de las redes inalámbricas ofrece muchas ventajas, además de las mencionadas anteriormente. Entre ellas, la compatibilidad con las redes cableadas existentes, la facilidad de despliegue, la reducción de costes, la facilidad de gestión, la escalabilidad, la capacidad de superar las barreras físicas, etc. Sin embargo, su existencia no es el resultado de una tarea nada sencilla. Para entender cómo hemos llegado a las redes WI-FI actuales, lo mejor es remontarse a los orígenes de las comunicaciones inalámbricas

Orígenes de la Comunicación Inalámbrica

La historia de las redes inalámbricas se remonta a 1880, cuando Graham Bell y Summer Tainter inventaron el primer dispositivo de comunicación inalámbrica, el teléfono guiado por luz. El fotófono permitía transmitir el sonido mediante la emisión de luz, pero no tuvo mucho éxito porque la electricidad aún no estaba extendida y la primera bombilla se había inventado un año antes.

La historia de las redes inalámbricas se remonta al primer dispositivo de comunicación inalámbrica, el teléfono con guía de luz, inventado por Graham Bell y Summer Tainter en 1880. El fotófono permitía transmitir el sonido a través de la luminiscencia, pero no funcionaba muy bien porque la electricidad aún no estaba extendida y la bombilla se había inventado un año antes.

Un año más tarde, Aloha se conectó con el continente americano a través de la ARPANET, una red informática creada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos como medio de comunicación para las distintas agencias del país.

A finales de los años 70, se publicaron los resultados de un experimento realizado por IBM en Suiza para crear una red de área local en una fábrica utilizando enlaces infrarrojos.

La tecnología inalámbrica siempre ha ido por delante de la alámbrica y suele ser más cara, pero tiene la ventaja añadida de la movilidad, que permite a los usuarios recibir y enviar mensajes en movimiento.

La tecnología inalámbrica también se centra en las comunicaciones de difusión, como la radio, la televisión y la difusión directa por satélite.

Un solo transmisor inalámbrico puede enviar señales a cientos de miles de receptores, siempre que todos reciban el mismo mensaje.

Hoy en día, la tecnología inalámbrica incluye una amplia gama de dispositivos de comunicación, como abridores de puertas de garaje, monitores de bebés, walkie-talkies y teléfonos inteligentes, así como sistemas de transmisión, como enlaces de microondas punto a punto, servicios de Internet inalámbricos y comunicaciones por satélite.

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